Sergio de Constantinopla
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      Fue Patriarca de la Sede desde el 608 hasta su muerte. Originario de Siria, fue excelente gobernante, incluso cuando el Emperador Heraclio le encomendó la defensa de la ciudad ante los avaros mientras él luchaba en Oriente contra los persas que atacaban el imperio. Al regreso Heraclio trajo los restos de la cruz de Cristo, según la leyenda o tradición.
  Sergio combatió con los herejes monofisitas. Escribió himnos, de los que han llegado a nosotros el titulado "Acatista", en honor de la Virgen María